Un grupo de artistas amigos de Juanjo Domínguez se reunirán para homenajear a uno de los más grandes guitarristas de la música popular argentina, el domingo 29 de septiembre a las 18 hs, en el escenario de Casa Municipal de la Cultura de Almirante Brown. Los músicos y gestores culturales Juan Martín Di Salvo y Juan Manuel Avilano organizaron este Concierto evocación a Juanjo Domínguez al que se sumaron grandes artistas como el gran cantor Enrique Espinosa, el Horacio Avilano Cuarteto, el virtuoso acordeonista Germán Fratarcángelli, el cantor Beto Solas, la cantante Majo Lanzón, los guitarristas Hernán Fredes, Federico Gareis, Carlos Lizondo, Moscato Luna y el dúo Suburbio (Di Salvo y Piri Delgado).

-¿En qué lugar de trascendencia musical ubicás a Juanjo Dominguez? ¿Cuál considerás que es el legado que le dejó a la música?
-Juanjo Domínguez ha sido y es la fuente de inspiración de una generación de guitarristas en Argentina. No sólo por ser uno de las más virtuosos intérpretes que ha dado nuestra música popular, sino también por haber construído una marca propia y única en el modo de abordar nuestra música popular desde la guitarra.

-Junto a Juan Manuel Avilano -también gestor cultural y músico- encararon la tarea de evocar a quien fuera guitarrista de Goyeneche, Guarany y tantos más ¿Por qué este homenaje?
-Respecto al porqué de esta evocación puede hacerse foco en varios puntos: Juancito Avilano y Hernán Fredes han trabajado con Juanjo durante una parte importante de los últimos años de carrera del maestro y previamente han sido grandes admiradores de él. Con lo cual los une un vínculo artístico, un sentimiento de admiración profunda y  un compromiso afectivo por haber compartido escenarios, rutas y vivencias varias. En cuanto a mí como cantor que soy y sintiéndome absolutamente identificado con la figura del cantor que dialoga con guitarras considero a Juanjo uno de los más grandes exponentes de esa voz desde el instrumento y a varios de los cantores que mencionás como una referencia y una influencia para mí. Y además como Juanjo eligió como hogar adoptivo durante muchisimo tiempo nuestro pago de Almirante Brown, donde ambos vivimos con Juancito Avilano, lo consideramos un muy vecino ilustre para nuestra cultura. Felizmente también lo reconocen como tal las autoridades del Instituto Municipal de las Culturas de Almirante Brown y el Intendente Mariano Cascallares que han arbitrado los medios para poder hacer efectivo este homenaje en la casa municipal de la cultura, donde Juanjo tantas veces deleitó a los vecinos con su magia.

-¿Qué sucederá el 29 de septiembre en la Casa Municipal de la Cultura de Almirante Brown y por qué eligieron ese espacio?
-El domingo 29 de deptiembre intentaremos repasar junto a muchos momentos de su carrera y sus diferentes facetas junto a muchos de los artistas que la compartieron con él. Estarán presentes el cuarteto de Horacio Avilano, Juan Manuel Avilano, Hernán Fredes, Beto Solas, Majo Lanzón, Federico Gareis, Moscato Luna, Suburbio, Carlos Lizondo, Germán Fratarcángelli trío y Enrique Espinosa, (este último ocupará el lugar del cantor con guitarras, evocando a la faceta mencionada de Juanjo cómo arreglador y guitarrista de cantores).

-Desde tu lugar de escuchador de Juanjo, cuales considerás que han sido sus puntos descollantes como guitarrista?
-Si tuviera que elegir un álbum el que más me gusta es "Latinoamericano". Pero considerando su versatilidad también es importante destacar el que hizo a dúo con Raúl Barboza "Pájaro Chogüi" donde se lo ve en un diálogo mano a mano con el gran acordeonista y también el disco de Horacio Guarany "Ídolo de multitudes", donde se puede apreciar su enorme talento para arreglar guitarras a Merced del lucimiento de la interpretación del cantor, y por supuesto también de su guitarra.

-¿Qué le recomendarías a alguien que quiere tocar la guitarra respecto a la obra de Juanjo?
-Creo que hay dos cosas que en principio podía destacarle como admirador y como cantor: La primera es lo innovador, lo personal y lo transgresor de su sonido sin haber dejado nunca de respetar la concepción criolla del instrumento y de los géneros que ha abordado y también su gran capacidad de lucirse como guitarrista sin avallasar nunca al cantor y poniéndose así al servicio siempre de la obra, que es, a mí entender, lo que siempre debe primar.