El músico marplatense presenta una personal recreación de obras de los grandes compositores de las música popular argentina de las décadas del '60 y '70, en formato disco/ libro, con obras de Carlos Alonso , Felipe Gimenez, Carlos Del Río, entre otros destacados artistas plásticos. También aportaron sus textos Víctor Bidart, José Antonio Román, Carlos Polimeni, Sonnia De Monte, Rafael Bielsa y Nino Ramella.

-País Semejante agrupa músicos, artistas plásticos, escritores... ¿Cómo le fue dando forma a esta obra?  
-País Semejante se construyó con la idea de una obra interdisciplinaria. Donde participan y conviven la música, la plástica, el diseño y la literatura. Siempre trabajé con estos formatos. Aún obsoletos, según las tendencias del mercado, siguen vivos para los que nos gusta todavía la textura del papel, el olor de la tinta, el color y el movimiento de una obra plástica, la música. Todo a la vez y compensado por la búsqueda permanente de la unidad estética.

-Habría muchas maneras de nombrar qué es el arte. ¿Usted cómo lo define?  
-No lo sé definir. Tal vez sean formas de expresión de la especie humana en un tiempo y cultura determinada con una finalidad estética. Tal vez sea la fijación por lograr y compartir una emoción, una lágrima, una caricia. Nietzsche habla de una fisiología aplicada.

-Los viajes, los lecturas, las charlas, la música... ¿Cuánto de esas vivencias aparecen en su manera de escribir y decir?  
-Los viajes, el exilio, la militancia, la memoria aparecen siempre en mi trabajo, en mis distintas formas expresivas. Sobreviví por milagro en los setenta. La obsesión y el compromiso de mi vida es dejar testimonio de aquello, aún mínimo.

-¿Cómo vive los tiempos políticos y sociales que atraviesa el país, marcados por tantas diferencias, tantas distancias?  
-Los procesos políticos son largos, mucho más que lo deseable. Ahora mismo se vive en toda Latinoamérica un retroceso que profundiza aún más la verdadera grieta, la que abre la pobreza, la puta miseria. Y lo que se discute con el poder económico es esa brecha. Esta verdadera tragedia colectiva se sostiene, además con el deterioro cultural y la complicidad de las capas medias que solo piensan y fomentan el individualismo.

-¿Se puede afirmar que la poesía es un oficio? ¿Cómo es su método de trabajo, su manera de escribir?
-Probablemente sea un oficio. No lo podría afirmar. Yo trabajo porque se me hace tarde, trabajo mucho y en varios proyectos a la vez. Creo en la construcción cotidiana, soy un artesano, un albañil.

-Dicen por ahí que hay otro mundo y está en éste ¿Cómo es el mundo de Luis Caro?
-Trato de vivir el mundo que me rodea como cualquier mortal, tratando en lo posible de no pensar solo en mí. Creo en las salidas colectivas, en los proyectos sociales, en la posibilidad aún mínima de cambiar las cosas. Los afectos me ayudan mucho.  La realidad es lacerante. Mis antídotos sanativos y delirantes siempre están vinculados a la expresión artística: leer todo lo que puedo, escribir crónicas, teatro, escuchar a los demás, cantar en lugares no convencionales, otear colores y formas, recorrer los pueblos y cantar, por sobre todas las cosas siempre cantar. 

Luis Caro - "País Semejante"
Café Vinilo - Gorriti 3780 - Capital Federal
Sábado 13 de abril a las 21

País Semejante es un trabajo de investigación y recreación sobre la música folclórica argentina. El equipo musical reunido, integrado por Fermín Ferraris (piano), Nicolás Pasetti (contrabajo) y Juan Miguel Carotenuto (batería) – jóvenes músicos formados en la Facultad de Bellas Artes de La Plata y de permanentes recorridos - desarrolla un sonido acústico y contemporáneo. Los arreglos están influenciados por armonías jazzeras, texturas del fado y rítmicas folclóricas que develan su identidad musical. La voz solista se funde en el desarrollo de los arreglos como un instrumento más, dándole color folclórico a la obra, sin resignar delicadeza ni fuerza interpretativa.