Quinto Elemento

Lanzan la colección Los Caudillos, dirigida por Hernán Brienza


05 de junio de 2019

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El lunes 10 de junio a las 19, se realizará el lanzamiento de nuestra nueva colección Los Caudillos, dirigida por Hernán Brienza, cuyos primeros títulos son El Manco Paz. El más federal de los unitarios, de Max Delupi, y López Jordán. El último federal, de Francisco Senegaglia. Será también el lanzamiento de la edición especial por el décimo aniversario de El Loco Dorrego. El último revolucionario, de Hernán Brienza. Estarán presentes los autores Max Delupi, Francisco Senegaglia y Hernán Brienza, y coordinará el encuentro Constanza Brunet, directora de Marea Editorial. Será en el Café Cultural Caras y Caretas, Venezuela 330, CABA. La entrada es libre y gratuita y finalizaremos con un brindis.

Esta colección intenta poner en valor la historia del pueblo americano y de los líderes que lo representaron. Son narraciones individuales, pero también colectivas. En estas páginas hablan las provincias federales. Es la historia del país que no pudo ser. Los autores escuchan y transcriben las voces de los derrotados, de los olvidados, de los silenciados. De los pobres. Cuentan la vida de los caudillos. Y, por lo tanto, narran el suceder de la malherida democracia argentina.

El Loco Dorrego
El último revolucionario
Hernán Brienza

A diez años de su publicación y 190 desde el fusilamiento de Manuel Dorrego, Marea presenta una nueva edición actualizada del libro que se convirtió en un clásico de la historia argentina. Todo libro es hijo de su época. No solo de sus escrituras y sus reescrituras, sino también de sus lecturas y sus relecturas”, arranca Hernán Brienza el prólogo a esta nueva edición del libro que marcó a una década. En el panteón de los próceres, Manuel Dorrego aún no encontró su lugar. Repudiado por la historia liberal y dejado de lado por el revisionismo, la figura del caudillo federal no encaja en los parámetros de la historiografía argentina porque encarna el cruce de dos paralelas: liberal, pero nacionalista; federal, pero porteño; ilustrado, pero popular; nacionalista, pero democrático y republicano; localista, pero profundamente americanista, bolivariano y sanmartiniano. Tal vez por eso la historia lo olvidó. El periodista Hernán Brienza rescata con pasión y rigurosidad esta tradición perdida del último revolucionario de Mayo, que aun olvidada, signó para siempre la historia de la Argentina.

“El Loco Dorrego es un libro de historia y una ficción específica que a la historia le es imprescindible, esos gritos de dolor que el escritor debe elegir, minuto a minuto, cómo, cuándo y si los incorpora al relato. Dorrego, el aventurero, el soldado, el federalista, el arrogante utopista, vuelve al lector contemporáneo con todas esas incorporaciones” Horacio González

"Dorrego ha encontrado en Brienza un biógrafo jamás solemne, muchas veces divertido y siempre dispuesto a celebrar una figura que despierta la admiración del lector: la del héroe” Alfredo Cortés, Le Monde Diplomatique

“El Loco Dorrego le hace justicia al primer líder popular de nuestra patria” Pacho O’Donnell, suplemento ADN, diario La Nación.


El Manco Paz
El más federal de los unitarios
Max Delupi

"El Manco Paz es un personaje ambivalente, en diagonal, que va y viene entre Buenos Aires y las provincias, entre unitarios y federales, entre Córdoba y Montevideo, entre federales, unitarios y franceses. Max Delupi, un cordobés irredento, eligió a Paz como caudillo de su tierra para representar nuestras contradicciones como país. Aferrado a las fuentes, a los hechos, a las memorias, dialogando, discutiendo con esos textos, el autor, buceando en su oficio de periodista, logra un perfil de Paz meticuloso y equilibrado. ¿Por qué incluir al general José María Paz en una colección de caudillos? Tal vez porque Paz luchó del lado equivocado. Fue un unitario del interior. O un federal de las clases dominantes e ilustradas que intentaba recuperar esas provincias que él consideraba “herencias coloniales”. En Paz se produce la bisagra entre unitarios y federales clásicos, entre porteños y provincianos, entre ilustrados a la francesa y republicanos del interior profundo. Sin dudas, Paz, en su formación militar, en sus aptitudes como táctico y estratega, en su concepción aristocratizante respecto del poder de los líderes populares, es un unitario más. Sin embargo, su mirada mediterránea lo convierte en un personaje fascinante. Tan fascinante y contradictorio como la provincia que lo engendró. Max Delupi se encarga de colocarlo en su punto justo. Un unitario, es cierto. Pero el más federal entre ellos. Y quizás, me atrevo a decir, y esto corre por cuenta propia, después de Martiniano Chilavert, el más nacional de todos ellos". Hernán Brienza

López Jordán
El último federal
Francisco Senegaglia

La historia de Ricardo López Jordán es la de un hombre y su drama existencial. Es la relación entre un hombre hijo y sobrino de legendarios caudillos, mano derecha y enemigo final de Urquiza, el gran caudillo entrerriano, y caudillo fallido finalmente él. Nacido en una provincia que fue encrucijada de la unión nacional, simbolizó los anhelos irreductibles del federalismo localista y se convirtió en el último enclave de la política gauchesca artiguista. O, en otras palabras, el último montonero en armas. López Jordán representa al litoral y al periodo tardío, el de la derrota, el que se enfrenta de forma quijotesca al Estado Nación argentino que teje su inserción dependiente al capitalismo internacional. Es decir, Jordán representa a los sectores exportadores provinciales que habían establecido una alianza con el interior para enfrentar al poder de la aduana de Buenos Aires. Pero, fundamentalmente, representa la derrota del federalismo argentino. La rebelión jordanista, que se inició en 1870 y quedó clausurada en 1876, fue el último levantamiento montonero, el episodio final de la guerra civil entre unitarios y federales, por lo que López Jordán se convirtió, así, en el último caudillo en armas. Senegaglia se concentra en la vida de este caudillo irreverente, pero también se ocupa de contextualizar no solo desde un corte epocal sino inclusive sociológico. Allí reside la riqueza de este texto, en que interpela, ensaya, acerca hipótesis, genera ideas y nos introduce en una época fascinante para comprender algunas de las razones por las que la Argentina es como es. Y a través de un caudillo como Jordán nos cuenta la historia de todos los caudillos. Hernán Brienza

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