Quinto Elemento

Doble inauguración en el Bellas Artes: Clorindo Testa: “esta es mi casa” y En tránsito, grandes fotografías de la colección del Museo


06 de diciembre de 2018

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Las nuevas exposiciones temporarias abrirán al público el martes 11 de diciembre, a las 19, con entrada libre y gratuita, y podrán visitarse hasta el 17 de febrero de 2019.

El Museo Nacional de Bellas Artes inaugura el martes 11 de diciembre, a las 19, dos nuevas exposiciones temporarias: Clorindo Testa: “esta es mi casa”, que reúne 33 obras del artista y arquitecto argentino, a cinco años de su fallecimiento, y En Tránsito. Fotografías de la colección del Museo Nacional de Bellas Artes, con 46 imágenes de grandes autores nacionales e internacionales que forman parte del acervo institucional.

Clorindo Testa: "esta es mi casa” 

La muestra homenaje a Clorindo Testa propone repensar, desde una mirada actual, el importante y singular legado plástico del pintor y arquitecto nacido en Italia en 1923 y fallecido en Buenos Aires en 2013.

En el primer piso del Museo, la exposición desplegará pinturas, dibujos e instalaciones realizadas a partir de 1968. La muestra explora el cruce de disciplinas y presenta los modos en que su pensamiento visual se nutre de las técnicas de la arquitectura en la representación del espacio, herramientas con las que trabaja temas propios de la urbanística y la ecología. 

“La paradoja que hace de la arquitectura un momento estático, congelado en el tiempo, recobra un dinamismo perturbador en la producción plástica de Testa”, sostiene Andrés Duprat, director del Bellas Artes. “Si en su brutalismo arquitectónico perseguía la verdad cruda de la materia que sustenta el habitar, con énfasis en la geometría abstracta que modula construcciones y vida urbana, en su obra plástica replica el gesto, desafiando las convenciones sobre el arte y sus circuitos de legitimación”.

En el hall central del primer piso, la obra que abrirá la exposición es Apuntalamiento para un museo, reconstrucción de la instalación que Testa realizó en 1968 en el Museo Nacional de Bellas Artes para la muestra colectiva “Materiales, nuevas técnicas, nuevas expresiones", auspiciada por la Unión Industrial Argentina. En ella, el artista desafió la “casa del arte”, con un gesto entre crítico y humorístico: un andamio ubicado dentro del edificio sostenía una pared y el techo. Con esa estructura, introducía en el mundo del arte un dispositivo indudablemente arquitectónico y unía sus dos pasiones ?el arte y la arquitectura?, para señalar la crisis que atravesaban por entonces las instituciones.

Las curadoras de la muestra, María José Herrera y Mariana Marchesi ?directora artística del Museo?, explican: “Como arquitecto, Testa reflexiona sobre las falacias de la modernidad y su funcionalismo, critica el hacinamiento y las rutinas de ordenamiento a las que el ciudadano contemporáneo está sometido. Desde la pintura, desarma los postulados de la arquitectura moderna y racionalista, aquella que había marcado su formación”.

Hacia 1975, Testa se unió al Grupo CAYC, fundado por Jorge Glusberg en el Centro de Arte y Comunicación. La institución se proponía ensamblar disciplinas, y fue una plataforma colectiva desde donde Testa desplegó sus intereses de artista y urbanista. En consonancia con el grupo, aportó a la configuración de un arte de sistemas, que vinculó la lógica proyectual de la arquitectura con diferentes temáticas sociales y culturales. Testa evidencia su sistema, los componentes en interacción del dibujo de la arquitectura, cuando codifica o mide personas, objetos o acciones. Allí muestra cómo toda expresión puede ser llevada al plano del proyecto. En secuencias que recuerdan la historieta, dibuja un mismo objeto inmóvil según distintos puntos de vista y concepciones geométricas: alzado, vista frontal plana, en planta, visto desde arriba.

Inspirado en eventos de su niñez o en la historia, el artista enunció en sus obras un mensaje ecológico y social en el que reflexionó sobre las implicancias históricas de las pestes, como amenaza o agente contaminador. Si las epidemias del siglo XIV surgían de procesos naturales, el sentido de catástrofe ecológico-urbana al que alude Testa es consecuencia directa de la acción del hombre. 

Desde finales de los años 80, su lenguaje, siempre expresionista, cita de diversos repertorios y disciplinas, de fragmentos superpuestos de distintas temáticas e imágenes, sintonizó con las tendencias de la denominada pintura posmoderna. Una de sus temáticas predilectas en esta época fue la historia de América, en particular la empresa económica que impulsó las grandes travesías hacia el nuevo mundo en el siglo XV y sus consecuencias: la explotación y el sometimiento de los pobladores originarios. 

Otro de los temas que Testa abordó desde sus primeros bocetos es el problema urbanístico de la transformación de Buenos Aires. Como arquitecto proyectó edificios emblemáticos de la ciudad (la Biblioteca Nacional o el ex Banco de Londres, hoy Banco Hipotecario), mientras que como pintor representó los planos de la gran urbe desde su fundación, y recreó el crecimiento desordenado de las manzanas en la actualidad, con los espacios vacíos entre ellas y la plaza como lugar de encuentro. Para Testa, la arquitectura es un sistema de significación, semiótico, además de forma y espacio para el habitar.

“Toda su trayectoria puede pensarse como una gran reflexión sobre la tensión irresuelta entre los modos de vida y los dispositivos ?la casa, el museo, la galería, la calle? en que transcurren. Una pulsión liberadora que convoca la potencia metafórica del color y las formas, así como vuelve alegórica la materia desnuda, atraviesa sus trabajos como un indicio sugestivo de que un enigma siempre confiere sentido a las cosas con las que tramamos nuestra vida”, sintetiza Duprat.

Las obras en exhibición provienen de la colección de la familia Testa, y de otros acervos públicos y privados, como el Bellas Artes, Cancillería Argentina, Fundación Proa, colecciones Balanz Contemporánea y Daniela Mac Adden.

“En Tránsito. Fotografías de la colección del Museo Nacional de Bellas Artes”

En el segundo piso del Museo, en tanto, abrirá al púbico la exhibición itinerante de fotografía nacional e internacional que en 2018 visitó Mendoza y Córdoba. La muestra presenta un corpus de destacadas piezas de la colección fotográfica del Bellas Artes, de autores como Henri Cartier Bresson, Annemarie Heinrich, Lola Álvarez Bravo, Graciela Iturbide, Robert Doisneau, Claudia Andujar, Sara Facio y Marcos López, entre otros. 

La exhibición, curada por Verónica Tell, se estructura en dos grandes ejes temáticos: “Las ciudades y sus mundos” y “Formas de la subjetividad”. El primero es una selección de fotografías que hacen foco en escenas urbanas: en la ciudad como un espacio físico, simbólico y político; en cómo se habita la ciudad de forma personal; y en los universos que el fotógrafo descubre y recorta mientras busca la imagen que desea capturar. El segundo núcleo se centra en las diversas formas del retrato e incluye imágenes de personalidades, autorretratos, fotografías de grupos familiares, desnudos y registros etnográficos.

“La foto une, sin paradoja, la idea de eternidad a la de fugacidad de las situaciones, que, capturadas y resaltadas en su más pura potencia significativa, se vuelven cristalizaciones del tiempo”, sostiene el director del Museo Nacional de Bellas Artes, Andrés Duprat. “La muestra recoge algunos de los grandes nombres del arte fotográfico universal que con su impronta han signado la mirada de Occidente sobre sí mismo. No miramos una ciudad del mismo modo después de Horacio Coppola o el esplendor de los cuerpos erotizados después de Mapplethorpe. Ni siquiera concebimos la idea misma del retrato prescindiendo del trabajo de pioneros como Cartier Bresson, en una serie que en nuestro país se prolonga en Anatole Sadermann, Annemarie Heinrich o Sara Facio”, agrega.

Con esta exposición, el Bellas Artes concretó una de sus acciones fundamentales: consolidar su política de descentralización, poniendo en circulación por el país parte de su acervo, con el objetivo de ampliar su universo de destinatarios y dar mayor visibilidad a la colección.

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