Sisa Quinteto: "el arte tiene una infinita potencia transformadora; el arte salva"
13 de julio de 2020
Florencia Cagnone, Florencia Knoblovits, Florencia Marino, Marcela “Nige” Achy y Mariana Hernández son Sisa Quinteto, una formación que desde 2016 versiona temas tradicionales peruanos, argentinos y brasileños. Por estos días, y pese a la cuarentena, las chicas tienen su flamante primer disco, Creciente. Y de ese trabajo le cuentan a Quinto Elemento en la charla que sigue.
-¿Qué se propusieron contar en el disco Creciente?
-Creciente es nuestro primer disco y con su grabación y lanzamiento pudimos dejar un registro de nuestro camino recorrido hasta ahora y de una forma de trabajo que venimos explorando. Algunas composiciones que forman parte de este disco las hemos realizado colectivamente y otras son de distintas compañeras del grupo. Ese trabajo de forma conjunta que venimos haciendo, creemos que es algo que se puede escuchar en la música que lo conforma y es parte de su resultado sonoro. En cuanto a la temática de las canciones, es bien diversa. En ellas aparecen distintas ideas que sostenemos como la riqueza de nuestros ritmos latinoamericanos, la necesidad de construir sororidad entre mujeres, la búsqueda de mantener vínculos sanos y menos posesivos, entre otras cosas. Con este disco también logramos compartir estas formas de sentir y pensar.
-Creciente aparece en plena cuarentena ¿Cómo se llegó a darle forma a este primer trabajo musical?
-En realidad teníamos un presentación en vivo programada para mayo de este año, y al no poder darse por la cuarentena, decidimos lanzarlo igual en formato digital. El disco lo grabamos en 2019, y se terminó de editar y masterizar ese año. Algunos temas de Creciente son composiciones que veníamos tocando hace varios años, cuando empezamos a compartirnos composiciones propias; y hay otros temas que fueron apareciendo en el camino y se fueron consolidando y cerrando ya con la idea de ser parte de un disco. Cuando vimos que ya contábamos con varios temas propios es que empezamos a pensar en la grabación y a trabajar en pos de ella. Antes de entrar a grabar, nos tomamos varios meses para repensar algunos arreglos y para ensayarlos por secciones. Eso nos ayudó a ensamblar el quinteto y a empoderarnos con nuestros instrumentos; y también a hermanarnos, ya que fue un camino de mucha dedicación, de trabajo colectivo, aprendizaje y disfrute.
-En sus músicas aparecen influencias de sonidos variados ¿Cuáles son esos ritmos que le fueron dando forma al repertorio?
-En los comienzos cuando realizábamos versiones de temas, elegimos chacareras baiaos, marinera, forró. Luego cuando comenzamos el proceso de composiciones propias, estos ritmos volvieron a aparecer pero también sumamos huaynos, vidalas, canciones y festejos. Algunas de las composiciones propias no se limitan a un solo género o ritmo, sino que son fusiones, mixturas que enriquecen el carácter de la obra.
-La humanidad vive un tiempo además de complejo, cargado de incertidumbre ¿Cuál consideran que puede ser el aporte del arte, de la música, de la voz, para atravesar este momento?
-Creemos que hay mucha potencia en la posibilidad de crear, en la posibilidad de sonar y sobre todo en poder gestar proyectos colectivos donde planificar la esperanza juntas -parafraseando a Pichon Riviere-, y si tenemos suerte, lograr compartir un poco de ese sentimiento. Tener la posibilidad de hacer música, además de permitirnos crear/elegir/construir distintos mensajes, nos permite acercarnos a otras personas a partir del sonido, desde lo sensible. Creemos que poder contribuir a la sensibilidad aporta herramientas para vincularnos con nuestras emociones, para ser más flexibles en estos tiempos de incertidumbre, y fortalecernos junto a otres. Para nosotras lo musical y lo artístico está muy ligado también al disfrute. Es esencial poder encontrar momentos de placer en estos tiempos que son dificiles para la mayoría de las personas, no para que funcione como “placebo” sino para que nos permita un respiro. El arte tiene una infinita potencia transformadora tanto para quienes la hacen como para quienes la escuchan, y no hay situación crítica a nivel humanitario de la que no haya surgido una explosión creativa. El arte salva.
Creemos que para pensar en el lenguaje común de estas músicas es fundamental pensar en “lo colectivo”, en pueblos, comunidades, personas, resistencias, muchas vidas dedicadas a mantener vivos estos ritmos y trasmitirlos. Afortunadamente tuvimos la posibilidad de conocerlos, estudiarlos y sentirnos identificadas, y tocarlos con humildad desde nuestro lugar, nuestro tiempo, nuestro territorio citadino, nuestra identidad actual.
-En lengua quechua, Sisa significa Flor ¿Por qué eligieron llamarse así?
-La palabra flor es símbolo de lo natural y lo vegetal, esos elementos realmente nos conmueven, están presentes en nuestra obra. También nos gusta la sonoridad de la palabra Sisa. Pero principalmente la elegimos porque es una voz en lengua de los pueblos originarios. Nos parece oportuno que esas lenguas sigan circulando. Tiempo después de elegir este nombre, nos enteramos que Bartolina Sisa fue una luchadora aymara que participó como lidereza, organizadora y estratega en las luchas de resistencia contra los españoles.
-Ustedes van y vienen con los sonidos, con los instrumentos... ¿Cuál es el lenguaje en común que tienen las músicas de Latinoamérica?
-Es una pregunta difícil de responder, ya que primero deberíamos preguntarnos si existe tal lenguaje. Nos consideramos como constantes aprendices y tratamos de ser muy respetuosas cuando tocamos los distintos ritmos. Pertenecen a un territorio con una historia en común (y también con gran diversidad en las distintas latitudes), y todos estos ritmos existen hoy acá porque resistieron gracias a la dedicación de maestros, maestras, artistas, comunidades enteras que los mantuvieron y mantienen vivos. No se puede negar la gran influencia de las culturas africanas y de los pueblos originarios, que aun aportando tanto siguen luchando contra un racismo estructural, generalizado y feroz. Creemos que para pensar en el lenguaje común de estas músicas es fundamental pensar en “lo colectivo”, en pueblos, comunidades, personas, resistencias, muchas vidas dedicadas a mantener vivos estos ritmos y trasmitirlos. Afortunadamente tuvimos la posibilidad de conocerlos, estudiarlos y sentirnos identificadas, y tocarlos con humildad desde nuestro lugar, nuestro tiempo, nuestro territorio citadino, nuestra identidad actual.
-¿Cómo imaginan el primer concierto en vivo de Sisa después del encierro obligado?
-Nos encantaría poder hacer la presentación en vivo de este disco, que es lo que ya veníamos planeando a principio de año. Cuando se pueda realizar, en esa fecha pensamos contar con la presencia de algunas amistades colaborando en la música para que puedan sonar en vivo los temas como fueron grabados en el disco y algunas invitadas en danza enriqueciendo la música y la propuesta escénica.