Silvina Orozco: "Tengo terror de que me encasillen: soy artista y punto"
22 de enero de 2020
por Gustavo Grosso

La actriz y cantante Silvina Orozco, nacida en Trenque Lauquen, provincia de Buenos Aires, realiza desde el año 2001 una intensa labor de transmisión de nuestra cultura en el exterior. Cada año viaja a diferentes puntos del globo para desarrollar su carrera artística con el objetivo fiel de poner el repertorio argentino en conocimiento de los públicos más diversos y los sitios más excéntricos. Así es como uno de sus logros ha sido subir a los escenarios de la Península del Sinaí música y danza de tango y folklore argentino, por primera vez. También en Mongolia un espectáculo de tango con producción y coreógrafo argentino. En estos espacios impensables para nuestra música sólo bastó el esfuerzo y la trayectoria de una artista tan carismática como apasionada para ganar el interés inmediato de los exóticos espectadores.
-Tu vida artística te lleva por muchos lugares del mundo ¿por qué te vas y por qué volves?
-Porque soy nómade. Porque soy muy curiosa e inquieta. Entonces aprendí a armarme hogares por donde voy. Como los contratos son de meses, de 2 a 9 -nunca tomo más porque debo volver a Trenque Lauquen a ver a los míos- aprendí a sentirme en mi casa donde sea que el destino, o la agencia alemana para la que trabajo, me lleve, trato de generar amistades y de armarme una vida, más allá del trabajo, en el lugar que sea. Así las despedidas son aun peores porque siempre sufro al irme, pero vale la pena porque todo se vive más intensamente cuando hay amor.
-¿Cómo fue tu comienzo en la música? ¿Por qué elegiste éste oficio?
-En mi casa hubo música siempre. Mi papá es cantante. Como soy hiperactiva, mi mamá mucho no me aguantaba en casa asi que me mandaba a mil actividades, idiomas y artisticas. Cuando terminé el cole me mudé a CABA porque quería ser actriz, pero la música llego antes. Mi primera banda seria fue CARPE, música sudamericana con unos arreglos hermosos, tocamos por todos lados durante 10 años, grabamos 2 discos (por el sello DBN) con invitados de recontra lujo, ganamos premios y recorrimos los escenarios más prestigiosos del pais, pero éramos BANDA, todo se decidía en cooperativa, repertorio, viajes, todo. Y yo necesitaba un cambio de aire. Ya viajaba sola para ese momento, agarraba laburos de poquitos meses para no dejarlos varados a los CARPE's, pero cada día sentía mas fuerte la necesidad de romper ciertas estructuras, no me interesaba seguir el camino "videoclip, disco, revista, teatro, una y otra vez, haciendo siempre las mismas canciones con los mismos arreglos con la misma cara que funciona para el público". Me gusta cambiar, me gusta la adrenalina de la improvisación, el riesgo. Asi que decidí abrirme y empezar a transitar esto que me sucedía, sola. Vengo laburando en el exterior hace mas de 15 años pero el quiebre grande fue en el 2009, al terminar una actuación en el Luna Park con la banda, compartiendo con Liliana Herrero y Jaime Ross. Fue hermoso y algo por lo que habíamos remado mucho. Finalmente, lo único que quería era ir a casa a dormir. Eso me hizo ruido. Mi papá (que es mi gran referente) siempre me decía que el dia que dejara de sentir cosquillas en la panza a la hora de salir al escenario me dedicara a otra cosa, asi que ahí renuncie a todo lo que venia construyendo hacia una década y me fui a Egipto. Conecté con una empresa que me cambió la vida y de ahí no pare más. Recorrí mas de 40 paises y tuve que aprenderme más de 300 canciones, canto en 4 idiomas y donde voy trato de, por lo menos, aprenderme unas frases básicas, hasta por una cuestión de respeto a la cultura que me abre sus puertas. Creo que solo me falta el reggaeton y el rap por intentar pero jamás descarto nada. Bueno...asi empecé, de casualidad en la música pero destinada en el escenario, que piso desde que tengo 4 años, con danzas y teatro, hasta que a los 21 llego la música. Es como me comunico, como crezco, como vivo, como soy. No sé ni quiero hacer otra cosa, amo cada arista de este mundo y trato de experimentarlas lo más que puedo.
-El tango es casi una tarjeta de presentación de un argentino en cualquier rincón del mundo ¿Qué alegrías te provoca subir a escenarios de lugares impensados?
-El tango me dio muchas alegrías, pero mis mejores goles no se los debo al tango, se los debo a la música. Tengo terror de que me encasillen. Soy artista y punto. Bailo, canto, escribo, produzco, actúo. Hay momentos en los que necesito hacer una cosa más que otra pero creo que eso es bastante normal...no? Pero debo reconocer que al tango le debo la posibilidad que me dio de compartir escenario con artistas que escuchaba desde muy chica y que admiro profundamente, como Susana Rinaldi por ejemplo.
Subirme a un escenario, sea donde sea, siempre es una alegria y una gran responsabilidad, porque es un encuentro único y deben pasar cosas. Hoy hay mucha opción de ocio, de esparcimiento, de arte, que la gente decida dedicarte su tiempo vale mucho, hay que tener en cuenta eso y dejar todo para retornarles de la mejor manera ese respeto, ese amor. A veces sucede la magia y a veces no, pero siempre doy lo mejor de mi. Cuando sucede, por ejemplo, abrir los ojos al terminar una canción y tener la mayoría del público emocionado hasta las lágrimas a pesar de la diferencia de cultura e idioma... no tiene precio, ahi es donde reafirmo mi fanatismo por la música, que rompe toda barrera.
-¿Qué artistas marcaron tu rumbo?
-Muchos y de varias épocas, estilos e idiomas, pero para mi, descubrir a Eladia, fue un antes y un después, artística y personalmente. Siempre digo que si yo supiera cómo escribir, hubiera escrito lo que ella. Siento que entiende mi alma como nadie. Y admiro cada pedacito de su obra.
-¿Qué te sucede cuando -luego de andar por el mundo- regresás a tu Trenque Lauquen natal?
-Mi regreso a Trenque tiene que ver con todo lo anterior. Trenque y yo tenemos esa relación amor-odio tan necesaria para la pasión, para la fuerza para expresar con cada ápice de mi naturaleza lo que me pasa. La nostalgia del blues, la simpleza profunda y dolida de las letras de Eladia, la locura punk, el cielo limpio, el viento en las plantas igualito a la paz de Bach o Chopin, el amor del bolero (me casé con mi amor, quien fue mi novio de primer año del secundario), y el tango, incrustado en cada memoria que está ahí intacta, mi infancia feliz, mi adolescencia difícil pero llena de amor, mi volver después de 20 años de batallas afuera, mi adultez, reconociendo cada vecino que me vio crecer, cada aroma, cada ritmo del pueblo, cada acento al hablar, con lo más bonito de la vida; mi flia, mis amigos y mis animales. Tengo todo y más...pero igual necesito irme. Es mi naturaleza loca y nómade que duele y estas alas inmensas que no se cansan nunca y que a veces me hacen sufrir.
Algunas distinciones
2004 -Premio Fundación Octubre, Ciudadana Ilustre de la Cultura de Trenque Lauquen y la Región otorgado por el Honorable Concejo Deliberante.
2008-Mención del Municipio de Concepción, Tucumán, por el desarrollo de Talleres de la Voz en escuelas
2009-LUNA PARK con su banda de música sudamericana CARPE con quienes tiene editados por el sello DBN dos discos.
2014-Mención especial de la Legislatura porteña por labor cultural en radio con un programa semanal sobre música y poesía compartido con el escritor cordobés Carlos Medina.
2019-Embajadora de la Música Argentina en Mongolia otorgado por el Ministerio de Asuntos Extranjeros.