Patricia Bélières: "Pescaria es una metáfora acerca de los desafíos del ser humano"
17 de septiembre de 2018

En Pescaria, el quinto disco de Patricia Bélières, habita un repertorio donde conviven canciones de Dorival Caymmi en torno al mar y de compositores argentinos sobre los ríos del litoral, en ambos casos habitadas por pescadores. Así, Ramón Ayala, Chacho Müller, Teresa Parodi u Horacio Guarany coinciden con el autor de O bem do mar, quizás “pescando en los ríos y con miedo del mar”, según el texto de Martinho da Vila citado en el disco. Además de canciones como Pedro canoero, Pescador y guitarrero, Pan del agua o Pescadores de mi río por un lado y como O vento, Pescaria, E doce morrer no mar o Dois de Fevereiro por el otro, el disco incluye también dos fragmentos recitados de Suite de los Pescadores, de Caymmi, dichos por la intérprete en español, y un bonus track con Tribo dos carajás, de da Vila, a capella. La intérprete –que vivió parte de su infancia y adolescencia en Brasil- actuó con éxito en distintas ciudades de Latinoamérica, además de importantes salas de Buenos Aires; publicó cuatro discos -dos de ellos editados también en México- y es también creadora de un método para la interpretación en música popular, especialidad sobre la que ofreció talleres en España, Italia, Brasil y Argentina.En el concierto –que tiene auspicio de la embajada de Brasil- Beliérès estará acompañada por Magalí Juares en coros, Juan Ignacio Sicardi en piano, acordeón y coros, Pedro Cecchi en guitarra, Sebastián “Taty” Calá en contrabajo y Jorge Vardé en percusión y serán invitados los venezolanos Amanda Querales (canto) y Gastón Jalef (maracas), además de Cecilia Gauna (canto), con la dirección escénica de Alejandro Cancela. El disco, según su autora, “nos remite a valores que parecen lejanos desde nuestra mirada urbana: la paciencia, la espera, la escucha, el contacto con uno mismo y con la naturaleza, el silencio, la solidaridad grupal; y es también una metáfora acerca de los desafíos, las luchas y los amores del ser humano, incluida la lucha diaria frente a la adversidad”
-¿Por qué su disco gira alrededor de la pesca y de los pescadores?
-Siempre me interesó el mundo de los pescadores... como dice Cecilia Gauna "Hombre de río, ramas plateadas, no dejes boyar tus sueños, toma tu caña, cielo entramado, que no te detenga el agua"… es hermosa esa canción; Cecilia es una gran compositora, sabe expresar ese universo del pescador que se enfrenta todos los días a las inmensidades de la naturaleza. Eso es Pescaria, una metáfora acerca de los desafíos del ser humano. Es la lucha diaria, cotidiana de los que le hacemos frente a la adversidad y qué mejor que la imagen del pescador para representar ese concepto. También, la bellisima composición de Ramón Ayala Pan del Agua -que está incluida en el disco- dice "Ah, la vida es un río bravo, pescador"...
-A la pesca se la asocia con el silencio, con la naturaleza... ¿Qué dicen los silencios?
-Y también se la asocia con la espera... pero tampoco habría que limitarse a la pesca como deporte, como algo relajante en la naturaleza y el silencio... El pescador sale todos los días a buscar su sustento, y no siempre la naturaleza le ofrece sus bienes; el clima, la adversidad siempre están presentes. Es cierto que el pescador se funde con la naturaleza, con la espera, con el paisaje; en ese contexto, hay muchas posibilidades de contactarse con uno mismo y también con lo grupal, con la solidaridad grupal. En Suite de los Pescadores del gran compositor brasileño Dorival Caymmi -que es un tema que también hacemos en el disco- todo eso se expresa de una manera poética. El silencio para mi es fundamental, no para no decir, no como censura, sino el silencio para destacar lo que uno dice, el silencio que nos permite estar aquí y ahora en nuestra totalidad. Y por supuesto es absolutamente necesario en la música. En nuestro libro “El cantante popular y la interpretación” (Bélières/Sánchez/Cancela) dedicamos un capítulo al silencio en tanto parte esencial del acto expresivo. Porque los silencios “dicen” muchas veces más que mil palabras.
-¿Cómo se fue dando el trabajo con los músicos que acompañan su proyecto?
-Los músicos son un lujo, está Juan Ignacio Sicardi en piano y que hizo unos arreglos hermosos, él además me acompaña en coros y toca el acordeón en algunos temas, está Pedro Cecchi en guitarra que también hizo arreglos muy buenos, Jorge Vardé que me acompaña desde siempre en percusión y Sebastián Taty Calá en contrabajo; estoy feliz de su incorporación, es un musicazo. En las presentaciones, me acompaña Cecilia Gauna en Hombre de río, que es una preciosura. Magalí Juáres que está trabajando con nosotros en la Escuela de Interpretación hace coros y voces porque en el show narramos algunas leyendas del agua. Este trabajo lo dirige Alejandro Cancela que es con quien vengo trabajando en la escuela
-Usted vivió parte de su vida en Brasil ¿Cómo influyó la música de ese país en su oficio de cantora?
-En realidad, tuve una abuela casi brasileña que vivió y murió en Río de Janeiro. Yo me quedaba muchos veranos con ella desde muy pequeña y disfrutábamos de las batucadas que se organizaban en cualquier esquina, ¡era fantástico!. Me acuerdo que me quedaba embelesada escuchando. Seguro que esos ritmos entraron en mi cuerpo. Brasil es música, libertad, colores, desenfado. Mis dos primeros discos Aérienne y El otro Brasil son mi homenaje a todo lo que esa música me dejó.
-Su música, su arte, también está muy vinculada a Francia ¿Qué la atrapó de la música francesa?
-Mucho, la música francesa estuvo muy presente en mi infancia, una parte de mi familia es de origen francés, me crié escuchando esas melodías, esas letras inteligentes, poéticas. Siempre me resultó muy atrapante el "decir" de la canción francesa.
-¿Y Gardel? ¿En qué escalón ubica al gran cantor nacional?
-Ah, Gardel, Gardel es un grande con mayúsculas. Estuvimos presentando la obra Gardel en París, la conquista del Zorzal; es nuestro homenaje; nos fue muy bien y tenemos posibilidades de continuar el año con viene. Este proyecto lo hago con Alejandro Cancela, los dos hicimos el guión, él dirige. El espectáculo cuenta y canta la apasionante vida de nuestro gran cantante popular, es una versión diferente, es una mujer cantando Gardel y metiéndose en la voz de la madre, de los amigos… leo cartas, notas de diarios de la época y hacemos énfasis en su estadía en Paris; la Embajada de Francia nos dio su auspicio y en el 2015 el Ministerio de Cultura lo declaró de Interés Cultural.
-¿Qué músicas escuchaba en su infancia? ¿La acompañaron esos sonidos a lo largo de su vida?
-Escuché mucha música siempre: clásica, argentina (folklore y tango), brasileña, francesa y de muchos países más...en mi casa siempre estaba sonado la música, esos sonidos me acompañan y me acompañarán. No sé qué haría si no existiera ese lenguaje que atraviesa cualquier frontera… y bueno, acá estoy, enseñando y haciendo música. No imagino mi vida de otra manera.