Quinto Elemento

El domingo 25, en el CCK, Ramón Ayala presenta su libro "Poemas, cuentos y relatos del camino"


20 de noviembre de 2018

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El legendario músico, escritor y artista plástico Ramón Ayala lanza Poemas, cuentos y relatos del camino (EDIUNS), su nuevo libro. El mismo será presentado el domingo 25 de noviembre a las 19hs. en la Cúpula del CCK, con la presencia del autor, quien interpretará algunos clásicos de su repertorio acompañado de la guitarra de Iván Elizaincin. Actuará también el Quinteto Vocal Canto Abierto de Posadas, dirigido por José Luis Garzabal. Conversarán alrededor del libro, su producción y la obra de Ayala,  el músico Ruben Tolosa, el poeta Carlos Splausky y la Dra. Nilda Burgos, editora. Esta presentación –así como así como el lanzamiento de un nuevo disco en marzo del año próximo- se realiza en el marco de la celebración de los 90 años de Ramón Ayala.

Poemas, cuentos y relatos del camino es “un compendio de dibujos, poemas, cuentos y relatos del largo camino de una vida extensa, en la que Ramón Ayala supo exprimir la salvia de los días, aprovechando la luz, el conocimiento, la experiencia enriquecedora, la alegría de vivir, aún en momentos de dolor o de carencia. Nos ofrece los recuerdos más cercanos a su corazón, los que lo marcaron, los que no quiere que se olviden, los que hoy nos regala para siempre”, expresa la Dra. Nidia Burgos en la contratapa del libro.

Título del libro: Poemas, cuentos y relatos del camino de Ramón Ayala.
Cantidad de páginas: 233
Formato: 21×15
ISBN: 978-987-655-200-4
Precio: $400
Género: cuentos, poemas y relatos
Dibujo de tapa: Ramón Ayala
Editorial de la Universidad Nacional del Sur, EDIUNS.  Serie Extensión, Colección Creación Literaria. Santiago del Estero 639. 8000. Bahía Blanca.


"La clave de su vida es la gratitud a la creación" dice el prólogo de Nilda Burgos

Ramón Ayala, cantautor, compositor, instrumentista de una particular guitarra de diez cuerdas; dibujante, pintor, alcanzó enorme popularidad con canciones que conforman un repertorio definitivamente incorporado a la identidad nacional; como “El Mensú”, “Posadeña linda”, “Retrato de un pescador” “El cosechero”, “El cachapecero”, etc. Su cumbre poética quedó plasmada en 2015, en un texto de largo aliento Las trincheras ardientes del Paraguay, canto popular sobre la Guerra Grande, en una bella edición del Ministerio de Cultura de la Nación, que Ramón había ido componiendo a lo largo de más de cuatro décadas, en las que investigó sobre la historia de aquella guerra, sus antecedentes y consecuencias; leyó biografías diversas de cada personaje que la protagonizó, por ejemplo Sarmiento y su hijo Dominguito, Francisco Solano López, etc. Pero sobre todo escuchó la historia de sus propios ancestros por boca de su madre, ya ciega y siempre memoriosa, que le acercó detalles, pequeñas historias de aquella guerra; lo que le permitió personalizar, relevar, dar voz a soldados rasos, casi niños, a sus jefes, a la naturaleza—ya pródiga, ya hostil— y sobrevolándolo todo, el apocalíptico caballo de la guerra en furioso galope por el entumecido territorio guaraní.
Ahora, a sus altos años —todavía regalándonos— nos concede este compendio de dibujos, poemas, cuentos y relatos del largo camino de una vida extensa, en la que supo exprimir la savia de los días, aprovechando la luz, el conocimiento, la experiencia enriquecedora, la alegría de vivir, aún en momentos de dolor o de carencia.
Nadie como él para extraer —como un colibrí humano— el néctar de cada esencial minuto de la existencia. Caminar con él es una experiencia absolutamente enriquecedora e inolvidable, pues se detiene en cada detalle: un árbol, una flor, una talla, una artística reja, un pájaro… Todo lo contempla con felicidad, aún los instantes de mínimo esplendor. A él puede aplicársele el poema de Juan Ramón Jiménez: “Soy como un niño distraído/ que arrastran de la mano/ por la fiesta del mundo. / Los ojos se me cuelgan de las cosas/ ¡y qué dolor cuando me tiran de ellos!” (1966: 257-258)
La clave de su vida es la gratitud a la Creación, su enamorada devoción a la Vida, a la Belleza y al Arte.
Estos textos conforman las reliquias —en su sentido etimológico: lo que queda— de su espigar por su frondosa producción de variadas creaciones escritas en diferentes momentos, con su delicada caligrafía, en casi un centenar de cuadernos. Él mismo ha elegido para dejar impresas, éstas que no quiere que el tiempo devore y olvide. En primer lugar, los poemas de amor a su compañera de vida, su amada esposa María Teresa Cuenca Centurión, luego las Décimas sabias, toda la experiencia de sabiduría que nos quiere legar. En ese mismo sentido Conciencia del vivir y Décimas a la muerte.
Su sensibilidad con los humildes se exterioriza no sólo en su cancionero que se ocupa de los hombres sencillos que realizan las tareas más humildes, sino también en valorar sus ropas, sus costumbres; de ahí “Traje de gaucho”, “El gaucho y la muerte”. Le siguen el poema “La leyenda del karãu” y la canción del mismo nombre, con ritmo de chamamé; una leyenda muy antigua donde se castiga a un joven que se va a un baile en lugar de ir a llevar unos medicamentos a su madre, desaprensión que se castiga con su metamorfosis en el ave de oscuro plumaje, el karãu.
En “Milonga del canto rodado”, con veintiséis estrofas atraviesa el territorio nacional; atento al paisaje y al hombre, con quien dialoga permanentemente, instándolo a apreciar el don de la vida y su breve paso por la tierra, como en “El silencio” y en “La ciega multitud”.
En ese recorrido que siempre lo lleva a su Misiones natal, germen y fuente constante de su inspiración, explora la figura de Horacio Quiroga, el lago de Ypacaraí, y un poema surgido a su vera, “Poema sin dueño”; “Ramos generales”; “Espectros del Chaco”, “Canto a mi tierra roja”; “Sombrero de sol” y finalmente, en décimas ayalescas, como le gusta definir la medida de sus versos: “Voces de la Patagonia”.
Le sigue la sección Prosa y en ella, doce Cuentos y Relatos. Estos cuentos son historias que él vivió, que le contaron, que de alguna forma protagonizó y fue acumulando con sus propias vivencias, ¿Cuáles son cuentos, y cuáles relatos del camino?. Todo este libro, con sus dibujos y poemas, son relatos del camino de su vida, los más cercanos a su corazón, los que lo marcaron, los que no quiere que se olviden, los que hoy nos regala para siempre.

Dra. Nidia Burgos

Acerca de Ramón Ayala
Cantautor, guitarrista, pintor y escritor, Ramón Ayala nació en 1927 en Garupá, Misiones. Instalado de niño en Buenos Aires junto a su madre y tres de sus hermanos, comenzó a tocar la guitarra a los catorce años. Se inició profesionalmente en la década de 1940, acompañando a cantantes como el mendocino Félix Dardo Palorma y la catamarqueña Margarita Palacios, y colaborando con músicos como Mauricio Valenzuela y Damasio Esquivel. A finales de aquella década, conformó junto a los guitarristas y cantores Arturo Sánchez y Amadeo Monges un grupo que se convertiría en una referencia de la música folklórica, gracias a sus notables armonías vocales y arreglos instrumentales: el Trío Sánchez-Monges-Ayala. Como primera voz y guitarra de esa formación, Ayala realizó a partir de 1950 grabaciones para los sellos Victor y Odeón. En 1960 se desvinculó del Trío para continuar su carrera como solista. Por aquellos años creó el ritmo llamado “gualambao”, de compás de 12/8, con la intención de aportarle a su provincia natal un género original y específico. Sus primeros discos, El hombre que canta al hombre (1964) y el EP Canciones y poemas en dirección del viento (1965, junto a Armando Tejada Gómez) fueron editados en vinculación con el movimiento del Nuevo Cancionero. En 1967 emprende un extenso viaje por Europa, África y Asia, llevando su música y sus pinturas a España, Suecia, Francia, Rumania, Chipre, Kenia, Uganda, Turquía, Irak y Kazajistán, entre otros muchos países. De regreso a Argentina en 1976, editó el disco La Vuelta de Ramón Ayala “El Mensú”. Le seguirían, entre otros, Andando mi país (1980), El gualambao (1990), Desde la selva y el río (2005), Entraña misionera (2006), Testimonial 1 (2006) y Cosechero (2013). Ayala lleva compuestas más de trescientas canciones, muchas de ellas parte del repertorio popular argentino, como “El Moncho”, “Canto al Río Uruguay”, “Mi pequeño amor”, “El Mensú”, “Mírame otra vez”, “Irupé”, “El jangadero”, “Posadeña linda” y “El cosechero”. Es además autor de libros como Cuentos de tierra roja, Juan de los caminos, Desde la selva y el río y Confesiones a partir de una casa asombrada. En 2013 se estrenó el documental Ramón Ayala, del fotógrafo y artista plástico Marcos López, centrado en su polifacética figura. En la actualidad, y con noventa años, continúa presentándose en escenarios de nuestro país y el exterior con su guitarra de diez cuerdas y sus canciones arraigadas en las sonoridades del nordeste argentino.

POEMAS, CUENTOS Y RELATOS DEL CAMINO
(Editorial de la Universidad Nacional del Sur, 2018)
Domingo 25 de noviembre a las 19hs. en la Cúpula del CCK. Las entradas gratuitas se podrán retirar personalmente a partir del martes 20/11 a las 12hs. En Sarmiento 151 hasta agotar la capacidad de la sala. También se podrán reservar a través de la web: www.cck.gob.ar

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